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El SuperMilan de Sacchi y su tripleta holandesa

  • @jrepetto_s
  • 9 abr 2015
  • 8 Min. de lectura

El Milan de Sacchi, desde el 1987 y 1991, fue uno de esos equipos que se recordará por la historia. Su juego, talento y poderío dominaron Europa desde que Silvio Berlusconi adquiere el club como máximo mandatario. Fueron años de dominio donde Europa, donde el color rossonero se paseaba por cada rincón del continente. Pero iremos por parte.

Aquellos maravillosos años empezaron, como casi toda historia, con un principio algo oscuro. Aquel Milan no se entiende sin antes conocer el Totonero, uno de los casos de corrupción del fútbol italiano más importantes de la historia del Calcio. Si como caso de corrupción siempre se habla del Calciopoli, el Totonero no se queda atrás. Su importancia viene por la cantidad de clubes históricos implicados en él, como el Milan o la Lazio, y de jugadores, siendo Cacciatori (Lazio), Albertosi (Milan) o Zecchini (Perugia) alguno de los implicados. Pero el Totonero también influyó en los despachos. El Presidente del Milan, Felice Colombo, fue inhabilitado de por vida.

Todo empezó en marzo de 1980. Aquí va la historia del nacimiento de esta trama de corrupción del Calcio italiano, la cual iremos contando detalladamente, para evitar cualquier confusión, pues es digna de una novela de Sherlock Holmes.

Un frutero de Roma, llamado Massimo Cruciano, presentó a la policía una denuncia por estafa. Cruciani, al mismo tiempo, colaboró con Alvaro Trinca, dueño de un famoso restaurante en la capital, para contactar con jugadores de la SS Lazio, con la intención de amañar las quinielas. Según la versión del frutero y hostelero, los jugadores del Lazio habían accedido a participar en el amaño de partidos a cambio de un porcentaje en los beneficios. Cruciani se sintió estafado por alguno de los participantes en la trama y se vengó destapando la trama. Trinca fue arrestado y Cruciani, pocos días después, también.

Con el paso de los días, la trama saltó a la prensa italiana y se descubrió que había más implicados. Días después, la fiscalía italiana llamó a declarar a un total de 48 jugadores y dirigentes del fútbol italiano. El 23 de marzo de 1980 la Guardia de Finanza procedió a la detención de varios jugadores implicados.

Ya en la cárcel, Felice Colombo, Presidente del Milan hasta el momento, confesó que había entregado dinero al portero del Milan, Enrico Albertosi, para que se lo diera a Massimo Cruciani, el frutero, por arreglar una victoria ante la Lazio. Dicho encuentro se jugó el 6 de enero de 1980 y el Milan lo ganó por 2-1. También se descubrió que uno de los jugadores más importantes de la época y delantero estrella de la selección italiana, Paolo Rossi, también estaba implicado.

El 19 de mayo de 1980 salió la sentencia y el equipo más perjudicado fue el AC Milan, que descendió administrativamente a la Serie B y su portero, Albertosi y su Presidente, Colombo, fueron inhabilitado de por vida. Esta trama de corrupción afectó a los siguientes equipos: Milan, Lazio, Avellino, Palermo, Bolonia y Perugia. Además, muchos jugadores estuvieron en la corrupción. Son los siguientes:

  • Stefano Pellegrini (Avellino): 6 años inhabilitado.

  • Massimo Cacciatori (SS Lazio): 5 años.

  • Mauro Della Martira (AC Perugia): 5 años.

  • Enrico Albertosi (AC Milan): 4 años.

  • Bruno Giordano (SS Lazio): 3 años y seis meses.

  • Lionello Manfredonia (SS Lazio): 3 años y seis meses.

  • Giuseppe Savoldi (Bolonia): 3 años y seis meses.

  • Giuseppe Wilson (SS Lazio): 3 años.

  • Luciano Zecchini (AC Perugia): 3 años.

  • Paolo Rossi (AC Perugia): 2 años.

  • Franco Cordova (Avellino): 1 año y dos meses.

  • Giorgio Morini (AC Milan): diez meses.

  • Stefano Chiodi (AC Milan): diez meses.

  • Piergiorgio Negrisolo (Pescara): cinco meses

  • Maurizio Montesi (SS Lazio): cuatro meses.

  • Franco Colomba (Bolonia): tres meses.

  • Oscar Damiani (Nápoles): tres meses.

  • Andrea Agostinelli (Nápoles): absuelto.

  • Giancarlo Antognoni (Fiorentina): absuelto.

  • Claudio Pellegrini (Avellino): absuelto.


Todo esto era el inicio de una historia inolvidable, esta vez sí, para bien, para el futbol italiano. El Milan consiguió ascender a la Serie A al año siguiente del descenso a la Serie A con Farina como máximo mandatario. En febrero de 1986, el presidente deja el club y Silvio Berlusconi adquiría la propiedad para hacer una inversión millonaria.

Los primeros movimientos de Berlusconi al frente fue la compra d Roberto Donadoni, Daniele Masaro, Galderisi, Bonetti y el portero Giovanni Galli. Sin embargo, la temporada fue difícil y al año siguiente, en la temporada 1987-88, Arrigo Sacchi cogería el club para iniciar una etapa dorada del club: Los inmortales.

AC Milan empezaba una etapa que nadie imaginab

a cómo de importante iba a ser. Al nivel de la Quinta del Buitre, el Barça de Guardiola, el Ajax de Cruyff, el Benfica de Eusebio o el Inter de Mourinho. Algo absolutamente al alcance de muy pocos.

La táctica de Sacchi estuvo clara desde el principio. Formó un bloque de jugadores que ofrecían un juego colectivo. Todos se desplazaban en conjunto sin perder la dirección del balón. Subían y bajaban permaneciendo todos ellos a la misma distancia. Sin un solo despiste. Con un pressing continuo, la conquista de los espacios dentro del campo, una defensa en zona y un juego bastante fiable al fuera de juego, Sacchi logró crear una máquina perfecta y absolutamente viable dentro del fútbol. El once tipo de aquel gran Milan era el siguiente:

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Galli: Portero. Italiano. Era el guardameta titular e indiscutible. Desde su fichaje, el portero italiano era un seguro bajo palos y las pocas ocasiones que el equipo concedía eran detenidas por el arquero.

Baresi: Central zurdo. Italiano. Es uno de los mitos del Milan. Uno de los defensas más grandes del fútbol y de la selección italiana. Junto con Van Basten eran conocidos como los inmortales. Capitán y garra del equipo.

Costacurta: Central diestro. Italiano. Junto a Baresi logró crear un centro de defensa de los más fiables en toda la historia del fútbol y ambo daban una solidad tremenda a la defensa. A pesar de su altura era bastante ágil y en un gran goleador en las jugadas de balón parado.

Tassotti: Lateral diestro. Italiano. No solo se hizo famoso por aquel codazo a Luis Enrique, sino por su gran solidez defensiva y su gran proyección en ataque. Era algo duro al corte y a veces pecaba de agresividad, pero ha sido uno de los mejores laterales diestros de la historia del club.

Maldini. Lateral izquierdo. Italiano. Canterano rossonero. Sacchi le subió al primer equipo y poco a poco, aquel joven defensa italiano conquistó al entrenador del Milan. Fue ganando fuerza en el equipo, donde acabó como titular indiscutible y uno de los baluartes de Arrigo Sacchi. Pasó toda su carrera en el conjunto rossonero.

Ancelotti. Centrocampista. Italiano. Carlo Ancelotti era el timón del equipo junto con Rijkaard. El italiano movía al equipo con una total libertad y con gran precisión en sus pases. Además, también actuaba de cortafuegos y adoptaba posiciones defensivas con facilidad.

Rijkaard. Centrocampista. Holandés. Junto con Ancelotti, fueron claves para el buen juego del equipo. Un Milan ofensivo y alegre como aquel no era posible sin el centro del campo que Sacchi logró armas. Fue conocido como uno de los integrantes del triplete holandés del Milan, junto con Gullit y Van Basten.

Colombo. Extremo zurdo. Italiano. Como un puñal por la banda. Colombo era aquel extremo que cualquier equipo sueña tener. Cuando el Milan de Sacchi jugaba al contraataque, él era el primero en montarlo. Era también el encargado de construir y destruir la creatividad del rival, junto a Ancelotti.

Donadoni. Extremo diestro. Italiano. Otro de los hombres fuertes de aquel Milan. Fichado nada más ascender a Serie A, fue cogiendo peso en el equipo hasta convertirse en un jugador vital para Sacchi. Su entendimiento con Colombo, con el que intercambiaba las bandas, era clave.

Gullit. Media punta. Holandés. El enganche perfecto para el otro holandés del equipo. La conexión la recibía de Rijkaard y la devolvía a su compatriota Van Basten. Aquello hacia el ataque del Milan uno de los más poderosos de la historia del fútbol.

Van Basten. Delantero. Holandés. Killer de área. Ariete. El goleador del equipo. Estrella del Milan y de Holanda, Van Basten se convirtió en uno de los delanteros más grande que el fútbol ha dado. Sus goles catapultaron al Milan a la gloria.

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(Foto: XI Milan. De izquierda a derecha y de arriba abajo: Van Basten, Costacurta, Gullit, Ancelotti, Rijkaard, Galli; Baresi, Tassoti, Donadoni, Maldini y Colombo).


Pero vamos a lo importante, a lo deportivo. En el primer año de Sacchi como entrenador del Milan, el conjunto de la capital de la moda en Italia conquistó el Scudetto tras una remontada espectacular, consiguiendo alcanzar al Nápoles de Maradona. Aquella temporada, en la 1987/88, nació la denominación de Gli Immortali di Sacchi.

Al año siguiente, el conjunto rossonero no pudo empezar de mejor manera y conquisto la supercopa de Italia en su nuevo formato (enfrentando al campeón de la Coppa de Italia y del Scudetto por primera vez en su historia). Venció a la Sampdoria por 3-1 con goles de Mannari, Rijkaard y Van Basten, tras una remontada espectacular en el Luigi Ferraris, féduo de los equipos de Génova (Genoa FC y Sampdoria). Aquella temporada, el equipo volvía a la prestigiosa Copa de Campeones –actual Champions League-. Se enfrentó a Estrella Roja, Werder Bremen y Real Madrid, al que venció en Milan por un contundente 5-0, derrotando al que era, por entonces, el mejor equipo de Europa: La Quinta del Buitre. En la final, el Milan derrotó en el Camp Nou al Steaua de Bucarest por 4-0 con doppietta de Van Basten y Gullit. Era su tercera Copa de Campeones y su sexto título internacional. En Serie A, sin embargo, acabaron terceros. Pero dominaban Europa.

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En la tercera temporada de Sacchi, en la 1989/90, el Super Milan comenzó con el mismo ritmo que acabó el curso pasado. Conquistó la Supercopa de Europa y la Copa Intercontinental. En la Copa de Campeones, el Milan de Sacchi derrotó a Real Madrid, Bayern de Munich y Benfica –en la final-, consiguiendo su cuarta orejona. En los títulos nacionales, perdió la final de la Coppa ante la Juventus. El Scudetto, tras una lucha entre Milan y Nápoles, se quedó en San Paolo tras finalizar la temporada con empate a puntos favorable a los de la Región de la Campania.

En la temporada 1990/91, el Milan volvió a alzarse con la Supercopa de Europa tras derrotar a la Sampdoria. También revalidaron la Copa Intercontinental. En Champions, los de Sacchi fueron eliminados en cuartos de final por la competición. Se enfrentaban al Olympique de Marsella. El Milan empató en la ida con 1-1 y en Francia, cuando tenía la desventaja de 1-0 se produjo un apagón. El conjunto rossonero no volvió al campo en forma de protesta y fue eliminado de la competición y sancionado sin participar la próxima edición. En la Serie A, volvieron a ser segundos. Sacchi dimitió al término de la temporada para hacerse cargo de La Nazionale, dejando el banquillo de uno de los mejores equipos de la historia.

En el banquillo, Fabio Capello se hizo cargo de un equipo histórico con la gran responsabilidad que aquello conllevaba. La era post-Sacchi no fue muy dura para los aficionados rossoneri, pues el equipo de Capelli siguió consiguiendo títulos, aunque nunca lo hizo al ritmo del Milan de Sacchi ni con el mismo estil de juego. La huella de Fabio Capello aún está presente en el campeonato Italiano, pues el técnico de Friuli obtuvo la mayor racha de partidos invictos de la historia del campeonato italiano, con 75 partidos sin perder.


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El palmarés de aquel Milan de Sacchi fue el siguiente:

2 Copas de Europa (1989 y 1990)

2 Copas intercontinentales (1989 y 1990)

2 Supercopa de Europa (1989 y 1990)

1 Serie A (1988)

1 Supercopa de Italia (1988)


Un equipo histórico que se ha codeado con los más grandes del fútbol. Gracias, en primer lugar, a un nuevo Presidente, Silvio Berlusconi, que se convertiría en uno de los dirigentes más grande del fútbol italiano; a un entrenador, Arrigo Sacchi, que no solo fue un mito en el banquillo del Milan, sino que también lo fue con la Azzurra; y a un proyecto absolutamente ambicioso que se recordará en la historia del balompié por todos esos amantes del deporte Rey.


Te lo cuenta, @jrepetto_s


 
 
 

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